-¡Os dije que no fuerais solos! -les grito Molly Weasley a Harry y a su hija cuando los vio aparecer montados en sus escobas. -¡Kingsley ha estado aquí para contarnos lo que ha sucedido! ¿Pero es que acaso…?
-Mamá conseguimos aturdirlo -dijo Ginny con resignación mientras se echaba la escoba al hombro.
-Eso no es una excusa para que no os regañe -contestó malhumorada. -Y a ti también Harry querido, ya eres de la familia.
Ante este comentario Ginny se ruborizó ligeramente y Harry tosió más fuerte de la cuenta para después comenzar a andar en dirección a la irregular edificación que hacía las veces de casa. Sigue leyendo